Hace poco una misteriosa señora dueña de un café en Copilco habló del mal olor de la ciudad y como es una maldición para su hija de olfato hiper sensible. Hoy no se por que andaba con el olfato así, mala suerte pues en un día de calor domina en la ciudad un cierto olor a caño y cosas quemadas, y si andas en el metro es algo como polvo, hule, perfumes y algo que no identifico. Luego, en el jardín hay una plantota del llamado comunmente "huele de noche" (de la familia de las papas, tabaco, toloache, chile y jitomate) y hoy, no se si por el calor, lo de la sensibilidad, ambos u otros factores, el aroma está insoportable, juro que hasta marea. Ahora le encuentro más sentido a eso de que un aroma es embriagador. Es curioso que no me haya saturado, sigo percibiendo su aroma, al igual que los mosquitos que andan merodeando perciben el mío, mi CO2 además de las otras pistas térmicas y visuales que dejo. En un post calientito (por fresco, ah... este chiste ya me hizo la noche), Grün pregunta que hay en tu cuarto, en el mío además de otras cosas, hay 2 mosquitos ocultos más los que hayan llegado esta tarde. Pfffta, calor y mosquitos, si al menos hubiera una playa a media hora* sería más soportable y estaría mas completo el escenario.
ah!, el título del post.. Sí, era un desodorante en aerosol de mediados de los 80s. Tarde mucho en comprender el críptico juego de palabras dispuesto en el nombre.
*con buenas olas y algunas spring breakers, si no es mucho pedir
Música por: Loreena McKennitt - Bonny Portmore
No One Has (or Should Have) a “Right to Sex”
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