Post-romántico

14 de febrero, tralalalala*, el mundo se vuelve rojo y con sabor a chocolate, graciosos pasajes de rosa ensueño habitados por duendecillos afables y jugetonas hadas funky mientras un suave electropop balcánico acaricia nuestros receptores acústicos al final de las antenas plumosas. Para mi que son puras ganas de reproducirse. No estoy completamente a favor de la extinción de la raza humana, aunque sea voluntario (a fuerza, pues no pesco ni un cadaver en Sri Lanka, pero voluntario al fin), me inclino mas bien por una notable disminución en el número de humanos. Ahora que si de salvar la Tierra se trata (entra música de Yanni e imágenes de delfines), yo me apunto para la selva.

*la melodía de Love story)