Cuando niño escuchaba por las mañanas un programa de radio en donde Emilio Ebergenyi leía cuentos con un estilo descriptivo y minucioso.
Amodorrado antes de que mi madre me levantara para llevarme a escuela, imaginaba los personajes y lugares que aquel señor narraba y caracterizaba. Viejos, frutas, zorros, burros, gusanos. Cuevas, bosques, armarios, cajas. Las cobijas calientes debían ceder junto con las lagañas ante la implacable hora de bañarse. Atento continuaba escuchando a pesar del eco y la regadera y... tralalala
Para no hacer el cuento largo, hoy me enteré que murió el jueves y ahora flotan sus cenizas junto al plancton y necton en Acapulco. No le di las gracias por todas esas mañanas divertidas pero que diablos.
snif
Música por: Jaga jazzist - Lithuania
No One Has (or Should Have) a “Right to Sex”
Fyrir 2 árum
2 incoherencias:
si, yo menos pude decirle gracias a Tin Tan, espero poder superarlo
verás que sí.
Estaba pensando que si nos ponemos a agradecerle cosas a los muertos no paramos. Que bueno que se inventó el Día de muertos. Es como un Vale por todo.
Skrifa ummæli