11.14.2005

de puntitas

Cuando niño escuchaba por las mañanas un programa de radio en donde Emilio Ebergenyi leía cuentos con un estilo descriptivo y minucioso.
Amodorrado antes de que mi madre me levantara para llevarme a escuela, imaginaba los personajes y lugares que aquel señor narraba y caracterizaba. Viejos, frutas, zorros, burros, gusanos. Cuevas, bosques, armarios, cajas. Las cobijas calientes debían ceder junto con las lagañas ante la implacable hora de bañarse. Atento continuaba escuchando a pesar del eco y la regadera y... tralalala
Para no hacer el cuento largo, hoy me enteré que murió el jueves y ahora flotan sus cenizas junto al plancton y necton en Acapulco. No le di las gracias por todas esas mañanas divertidas pero que diablos.
snif

Música por: Jaga jazzist - Lithuania

2 incoherencias:

Seymus sagði...

si, yo menos pude decirle gracias a Tin Tan, espero poder superarlo

Irrelevante sagði...

verás que sí.
Estaba pensando que si nos ponemos a agradecerle cosas a los muertos no paramos. Que bueno que se inventó el Día de muertos. Es como un Vale por todo.